jueves, 15 de diciembre de 2011

PRÁCTICA 4: Coherencia y cohesión textual. El Rincón Arrabalero.

Fernando Arrabal
Arrabalero:
  1. adj. Habitante de un arrabal. U. t. c. s.
  2. adj. coloq. Dicho de una persona: Que en su traje, modales o manera de hablar da muestra de mala educación. U. t. c. s.

Arrabal: (Del ár. hisp. arrabáḍ, y este del ár. clás. rabaḍ).
  1. m. Barrio fuera del recinto de la población a que pertenece.
  2. m. Cada uno de los sitios extremos de una población.
  3. m. Población anexa a otra mayor.


A esta práctica, la hemos querido subtitular el Rincón Arrabalero por varias razones:
  • Primera: porque al entregarla en estas fechas, la consideramos fuera del lugar al que pertenece.
  • Segunda: porque la primera imagen que se nos vino a la cabeza cuando vimos el título de la práctica, fue la de Don Fernando.
  • Tercera: porque al ser optativa, nos hemos tomado la licencia de desvariar a la hora de llevarla a cabo sin tener en cuenta las repercusiones (un cero como una casa).


Pequeños apuntes sobre el tema.

La coherencia  es una propiedad básicamente semántica que afecta al significado del texto, a la información que contiene y a su organización o estructura. Un texto es coherente cuando es percibido como una unidad de sentido y no como un conjunto de enunciados inconexos, y cuando la información nueva se va relacionando con la ya proporcionada, siguiendo un orden lógico, y sin que haya saltos que hagan el texto de difícil comprensión.

Se puede distinguir una coherencia global, coherencia lineal y coherencia local
La coherencia global tiene que ver con la unidad temática del texto; La coherencia lineal, con la estructura del texto y con la organización lógica de las ideas, es decir, que las distintas partes mantengan relaciones de significado, y que haya una adecuada progresión temática; y la coherencia local se refiere al sentido cabal  de cada enunciado.

La NO-COHERENCIA supone:
  • Ausencia de un asunto común (de un tema unitario)
  • Selección  inadecuada de información.
  • Información insuficiente.
  •  Exceso de información (información reiterativa; digresiones que se alejen del tema).
  • Organización ilógica de las ideas (Inadecuada ordenación y jerarquización de las ideas principales y secundarias).
  • Progresión temática defectuosa (la información de los distintos enunciados tiene que  estar relacionada, pero de modo que se vaya avanzando en la información).
  • Enunciados poco claros o contradictorios.
  • Enunciados inaceptables según el conocimiento que tenemos del mundo.
Verificar y explicar la coherencia supone responder a las siguientes preguntas:
  • ¿El texto presenta un sentido unitario? ¿Hay un tema común que agrupa toda la información?
  • ¿La información está organizada de un modo lógico? ¿Cuáles son los apartados? ¿Podemos hacer fácilmente un esquema que  recoja la organización del contenido, la estructura interna, es decir, las ideas principales y secundarias y la relación entre las mismas?
  • ¿La información proporcionada es suficiente, excesiva, insuficiente?
  • ¿Hay una adecuada progresión temática de modo que se va relacionando una información con otra?
  • ¿Cada enunciado/oración tiene sentido completo? ¿Su enunciación resulta clara? ¿Contiene demasiadas ideas?

La entrevista mas surrealista del mundo.
Para responder a estas preguntas, nada mejor que ver uno de los videos de nuestro amigo Fernando.




Como podemos ver, las entrevistas o monólogos surrealistas de Arrabal, tienden a una incoherencia totalmente coherente a su forma de pensar. No hay ningún tipo de guion que seguir ni una adecuada progresión temática. Y si esto es así, ¿Por qué logra que nos enganchemos a sus entrevistas?
Por otra parte, vemos como el texto del Gran Wyoming y el de Usun Yoom están totalmente cohesionados entre sí. Ambos retoman la última palabra del compañero para comenzar su frase, dando así un ritmo y un sentido unitario al texto. 


La cohesión es una propiedad básicamente sintáctica que trata de cómo se enlazan las distintas partes y enunciados entre sí. Tiene que ver con el conjunto de elementos lingüísticos que nos permiten relacionar formalmente  los distintas partes y enunciados de un texto y, por tanto, comprender mejor la información que se transmite. Depende, pues, de las relaciones gramaticales que se establecen entre los diferentes enunciados y secuencias de enunciados, y que favorecen y hacen perceptible la coherencia.
Los procedimientos de cohesión son:
A)  Las repeticiones de elementos lingüísticos a lo largo del discurso. Son uno de los mecanismos fundamentales que dan “unidad” al texto ya que  ayudan a mantener el referente. Pueden ser de diversos tipos:
  • Repeticiones léxicas y semánticas, ya sea repetición de una misma palabra o reiteración de términos que están relacionados por su significado (sinónimos, antónimos, hiperónimos, hipónimos, palabras entre cuyos referentes existe relación como coche, conductor, tráfico...).
  • También cohesionan y dan “unidad” al texto las repeticiones de tipo fónico (rima) y sintáctico (paralelismo).

Como olvidarnos de esa repetición mundialmente conocida (“dejadme hablar”) con la que Arrabal "consiguió" cohesionar su discurso sobre el milenialismo.




B)  Sustituciones mediante anáforas (elementos que hacen referencia a otro elemento lingüístico anterior) o catáforas (si la referencia es a un elemento posterior);  y los sustituyen. Las anáforas evitan la reiteración excesiva cuando se hace referencia a objetos o ideas que ya han aparecido antes; pueden ser:

  • Pronombres  // Adverbios de significado ocasional (pro-adverbios): “allí”... // Algunos determinantes: “este”, “mi”, ”sus” ... 
  • Proformas léxicas: palabras de significado muy amplio que se utilizan como “comodines” (palabras baúl): “hacer”, “cosa”...
  • Elipsis o anáfora cero: Omisión de algún elemento léxico de una oración por haber aparecido previamente en el discurso y que el receptor  repone (es por lo tanto una forma de repetición).  Al tener que acudir al contexto próximo para saber a qué se refiere el elemento ausente, la elipsis es un mecanismo lingüístico que permite relacionar unos enunciados con otros, y, por lo tanto, es un elemento de cohesión.
C)  Los conectores son palabras o locuciones que establecen conexiones entre   enunciados o secuencias de enunciados, ponen de manifiesto la relación significativa entre ellos (normalmente son conjunciones, pero pueden ser adverbios, locuciones y grupos de palabras más o menos lexicalizadas –complementos oracionales-). No forman parte de la oración gramatical; constituyen incisos que pueden ir  al comienzo o en el interior del enunciado. Se diferencian de los nexos en que estos relacionan oraciones dentro de un enunciado. Pueden indicar: 

  •  Adicción. Suman unas ideas a otras:  y, además, incluso, de igual modo, etc.
  • Oposición y restricción. Introducen relaciones de contraste o contradicción:  pero, sin embargo, no obstante, con todo, ahora bien, salvo que, al contrario ,de todas formas,  en cambio...
  • Casualidad y consecuencia. Establecen relaciones de causa y consecuencia.
  • Causa: pues, porque, de ahí que, a causa de, debido a…
  • Consecuencia: por eso, así pues, en consecuencia, por consiguiente, por tanto…
  • Reformulación y aclaración. Se enuncia nuevamente el contenido. 
  • De explicación: en otras palabras, o sea, es decir, mejor dicho…
  • De resumen: en resumen, en síntesis, en definitiva, brevemente…
  • De ejemplificación: por ejemplo, concretamente, pongamos por caso, sin ir más lejos...
  • Ordenación espacial y temporal: a la izquierda, en el centro, entonces, luego, mientras tanto…
  • Ordenación del discurso. Señalan las partes del discurso (presentación, continuación, cambio de tema, digresión, enumeración, cierre): para empezar, bueno, bien, luego, después, así que, por otra parte, por cierto, a propósito, en primer lugar, en segundo lugar, para finalizar, en fin, en conclusión…


D)  También cohesionan el texto los llamados marcadores de función pragmática: Vocativos y apelaciones que hacen referencia al destinatario (“pues mira, no voy a hacerte caso”), comentarios oracionales, que informan de la actitud del hablante ante la idea anunciada (“Sinceramente, no te entiendo”).

E)  Finalmente, también favorecen la cohesión  los signos de puntuación. Ayudan a la cohesión del texto porque marcan las distintas partes del texto (enunciados y párrafos, enumeraciones, aclaraciones mediante incisos, alteraciones del orden sintáctico...) facilitando  la comprensión. 


Como podemos ver, Arrabal salta de un tema a otro e incluso se contradice en algunos aspectos poniendo a Quintero en un aprieto a la hora de intentar dar coherencia y cohesión a la entrevista. Arrabal intenta cohesionar sus incoherencias a través de los signos de puntuación, las pausas y las repeticiones de palabras.

En esta entrevista también podríamos hablar de lenguaje políticamente correcto pues ni Quintero se corta al llamar borracho a Arrabal, ni el propio Arrabal se corta un pelo al hablar del pene-falo del rinoceronte, del acto de fornicar o de su amigo el masturbador de clítoris Sartre.




Para los más arrabaleros, aquí os dejamos algún video más para que destripéis por vuestra cuenta el maravilloso mundo de la incoherencia arrabalera (si lo acompañamos con una copita de vino mejor).

PRÁCTICA 8. Cuestiones de ortografía, gramática y redacción.

Para esta práctica hemos querido analizar, de una forma peculiar, la ortografía, sintaxis y redacción de varias de esas cartas que los partidos políticos nos han enviado unos días antes de las elecciones generales 2011: en concreto, las de FORO, IU, PP, PSOE y UPyD.
Posiblemente muchos españoles hayan tirado las cartas directamente a la papelera poco después de verlas, pero nosotros, hemos querido ir un poco más allá y analizar qué tal lo hacen nuestros políticos… Y he aquí el resultado, por orden alfabético, aunque bien podemos resumirlo como: señor Álvarez-Cascos, cuide su estilo; señor Lara, tutéeme, pero ojo con las comas; señor Rajoy, hay que pensar más el eslogan, que luego nos pasamos semanas viéndolo; señor Rubalcaba, diferencie los mítines de las cartas y, señora Díez, no se repita tanto…


FORO
Francisco Álvarez-Cascos, Presidente por este partido, parece no tener muy claro si prefiere dirigirse a su posible votante de tú o de usted: no le manda la papeleta del Senado, invitándole a retirarla “en tu colegio electoral”, pero “le” pide “su” voto, “su” confianza y “su” apoyo.
El señor Álvarez-Cascos cree en la capacidad pulmonar de sus votantes y piensa que pueden leer esta frase sin ahogarse: La causa principal ha sido la fracasada política económica del gobierno de Rodríguez Zapatero y Rubalcaba que nos ha llevado a los desequilibrios financieros que han provocado el estancamiento económico de España y que están poniendo en peligro los logros del Estado de Bienestar. Una coma en esta frase no vendría nada mal, y no hace falta que se titule con mayúsculas Estado del Bienestar. Es curioso el afecto que tienen nuestros políticos al uso de las mayúsculas: ¿pensarán que elevar el tamaño de la letra es algo parecido a subir el volumen en los mítines?
Le pediríamos al señor Álvarez-Cascos que no aturrulle a sus votantes y cuide más su estilo de redacción para la próxima vez, evitando frases más propias de un discurso oral que escrito (…en Madrid 485.000 personas en el paro, con tendencia a aumentar) y frases extensas que hacen perder el hilo de lo que se está leyendo (Por todo ello, me atrevo a pedirle el voto para las candidaturas de FORO y para su programa, con el que vamos a promover la recuperación nacional mediante una política nueva, protagonizada por ciudadanos comprometidos que acceden a la política con vocación de servicio, en lugar de políticos que aspiran a convertir en oficio la vida pública, capaz de abrir caminos a los más jóvenes y de garantizar los derechos sociales irrenunciables).
Para finalizar, permítame una última puntualización: Señor Cascos, la palabra "sólo" según la Real Academia de la Lengua perdió el acento en primavera.

Izquierda Unida-Los Verdes
Felicitaciones al coordinador general Cayo Lara por su carta. Si bien es verdad que, fue la más breve de todas, no tuvo el tamaño tradicional de A4, sino que recurrió a un formato “postal” (21 x 10 cm) reduciendo la posibilidad de fallo. Gracias al señor Cayo Lara por acércanos la Navidad al mes de noviembre.
Cayo Lara asegura que Tenemos que reemplazar las políticas del PSOE y la derecha que nos han traído a esta situación de paro y estancamiento económico. ¿Las otras políticas no? ¿No será que se le olvidó una coma entre “la derecha” y “que”? De ese modo, su rechazo a las políticas del PSOE y la derecha sería total. También le diríamos que se debería ahorrar la C mayúscula de Candidato a la Presidencia del Gobierno.
Por cierto, Cayo Lara es el único candidato que habla de “tú” a sus posibles votantes. Nada que objetar. Él sabrá la confianza que tiene con ellos.

Partido Popular
Señor Rajoy, deberíamos empezar corrigiendo el eslogan de su campaña. Un eslogan de cuatro palabras en las que se cometió la torpeza de no poner una coma necesaria: Lo primero el empleo. ¿No piensa que hubiera sido mejor Lo primero, el empleo? Creo que el señor Rajoy pensó en los “recortes” venideros y se ahorró la coma. O tal vez tenía tan clara su prioridad respecto al empleo, que no pudo frenar su eslogan. Señor presidente del gobierno, esa coma omitida en su eslogan es imprescindible, ya que sustituye a un verbo ausente. No olvide más comas, señor Rajoy, ni tampoco, de paso, ninguno de los puntos de su programa.
Por otro lado, tenga cuidado con las mayúsculas: Administraciones Públicas  o Aspiro a ser el Presidente del Gobierno de España (Se nota que el señor Rajoy ya se veía en la presidencia).

Partido Socialista Obrero Español

El señor Pérez Rubalcaba sí que sabe comenzar una carta, el único que personalizó el encabezado acertando el género y el nombre del votante (el tema del género lo tratamos al final de esta práctica con más detalle y teniendo en cuenta las aportaciones de la última clase de lengua). Ni estimado o estimada, ni estimado/a ni nada parecido: Estimado X o Estimada X, según a quién vaya dirigida en cada caso. Esto es gracias a una base de datos con el nombre de todos los votantes. ¡Muy hábil señor Pérez Rubalcaba! 
Pero no todo iba a ser bueno, hay que tener cuidado con las comas. Empezando por el encabezado, que normalmente va con dos puntos, aunque muchos se empeñen en colocar una coma… O las enumeraciones con una “y” precedida de coma antes del último elemento: …porque es el momento de que todos pongamos nuestros valores, nuestro esfuerzo, nuestra experiencia, y toda nuestra energía al servicio…
Sabemos que el señor Peréz Rubalcaba puede llegar a dominar el discurso oral, ¿pero el escrito? En ocasiones, una pausa en el discurso oral no debe marcarse con coma en el escrito. Ahórresela en Creo que en los momentos difíciles, los valores son más importantes que nunca (por esa regla de tres póngala detrás del “que” y tendrá un precioso inciso) Pero póngala, por favor, si no quiere provocar enfados entre las votantes femeninas que le llamaban “guapo”, en esta frase: Confío plenamente en las españolas (,) que han demostrado sus ansias de no retroceder en el camino de la igualdad; si no la pone, entenderemos que desconfía de las demás. Esperemos que esta frase no sea la culpable de la pérdida de las elecciones.

UPyD
A la señora Rosa Díez tampoco hay mucho que discutirle, pero algo hay… ¿Será que le han echado una mano alguno de los escritores que simpatizan con UPyD, como Álvaro Pombo o Fernando Savater? Por favor señora Díez no sea repetitiva. Y no hablamos de conceptos políticos, sino de las propias palabras. Aburre un poco con tanto “impulso” y tanto “laboral”: ...impulsamos una reforma laboral que establezca un único contrato laboral fijo para impulsar la creación... Y ¿por qué le gusta tanto el “para”?: ...su voto para que UPyD se convierta en una fuerza determinante para regenerar la democracia, para devolver...
Otro cargo político que peca de mayúsculas: ...las Diputaciones y fusionando ayuntamientos... y olvida alguna coma: Frente al modelo actual (,) que precariza el empleo, impulsamos... 
Curiosamente es la única que comenzó su carta por ella misma (Soy Rosa Díez, diputada nacional...). También es la única que incorporó un código QR, para los lectores adictos a los smartphones. Hay que adaptarse a los tiempos…



Como ya mencionábamos anteriormente, merecen un capítulo aparte los encabezamientos de las cartas de los políticos. El espíritu políticamente correcto llevó a los candidatos a desplegar distintos giros innecesarios en sus encabezamientos, para que nadie se enfadara:
  • FORO: Estimada amiga, Estimado amigo:
  • IU-Los Verdes: Estimado ciudadano y estimada ciudadana
  • PP: Estimada amiga, Estimado amigo:
  • PSOE: Estimado XXX,
  • UPyD: Estimado/a ciudadano/a:

Excepto PSOE, que personalizó el encabezamiento en masculino o femenino, todos los demás políticos cayeron en la pesada duplicación. Con lo fácil que hubiera sido un “Estimados amigos” o un “¿Qué hay de nuevo, viejo?”
La próxima vez que reciban una carta de un candidato al gobierno de su país, léanla con atención. Puede que entrelíneas descubran más de lo que parece y el engaño sea menor…

miércoles, 14 de diciembre de 2011

PRÁCTICA 7: Extranjerismos y creaciones léxicas.


En esta nueva práctica vamos a ver que son los neologismos, como se forman y la importancia que estos tienen en el proceso cambiante de la lengua.

Durante mucho tiempo no existieron palabras como avión, automóvil, teléfono, fotografía, licuadora, bolígrafo, sándwich o fax, por la sencilla razón de que aún no se habían inventado los objetos que cada una de ellas designa. Al inventarse un nuevo objeto, maquinaria o instrumento, o al descubrirse una nueva realidad, o una vieja pero que no se conocía, surge la necesidad de darles un nombre, y entonces aparece un neologismo. Este puede ser palabra nueva, inventada a propósito; pero puede ser también una palabra preexistente, a la que se da una nueva acepción. Así mismo puede tratarse de una palabra de otro idioma, que a falta de una propia, comenzamos a usar hasta aclimatarla en el nuestro. Estos vocablos extranjeros que incorporamos a nuestra lengua se conocen como «extranjerismos» o «préstamos lingüísticos». A este tipo pertenecen palabras que adoptamos directamente, respetando su ortografía, o haciéndoles ciertas modificaciones para castellanizar su morfología, como es el caso de «sándwich», «whiski» (el DRAE registra también la forma «güisqui»), «kiosco» (se admite también «quiosco»), «chalé», etc… Pero pueden ser traducciones literales de términos extranjeros, como  «perro caliente», del inglés “hot dog”; «jardín de infancia», del alemán «kindergarten», o «baloncesto», del inglés “basketball”. Este tipo de extranjerismos se conocen como calcos lingüísticos.






Fernando Lázaro Carreter dice que la Real Academia de la Lengua Española tardó mucho tiempo en incorporar en su Diccionario voces nuevas que en el siglo XIX, particularmente a raíz de las convulsiones políticas resultantes de la Revolución francesa, emergieron para expresar “un cierto modo de vivir y convivir”. Por ejemplo, el culto y políglota Simón Bolívar empleó muchas palabras en sus documentos como patriota en 1812, vocablo que entró en el Diccionario hasta en 1817; terrorismo lo emplea en 1813 y aparece registrado hasta en 1869; liberticida lo emplea en 1826 y no llega a nuestro Diccionario hasta en 1931; el término diplomacia lo usa en 1825 y tardó siete años en ser registrado; en 1936 se incorporó la frase secretario de estado, sin embargo Bolívar la usó en 1818. El académico agrega que mucho antes que Bolívar, ya habían sido empleados los vocablos citados por escritores en España. Y concluye: “Incluso, anglicismos ahora muy de moda como congreso, rifle y complot tardaron bastante tiempo en ser registrados en el lexicón académico”.
En la actualidad la creación de neologismos es mucho más común y evidente que en otros tiempos. El avance de las ciencias, en especial el desarrollo de la tecnología, ha impuesto la necesidad de incorporar muchos términos nuevos. Sólo en el campo de la Informática podemos citar, a manera de muestra, las palabras ciberespacio y cibernauta, ambas registradas en el Diccionario de la lengua española, y chat, chatear y ciber (acortamiento del adjetivo cibernético), registrados en el Diccionario panhispánico de dudas.
El neologismo, sin embargo, no siempre que es creado está destinado a permanecer en el lenguaje, pasando muchos de ellos por períodos de inestabilidad, estabilidad, aceptación y posterior olvido. El acto de aceptar (oficialmente o no) aquellos neologismos que se elaboran en cada momento histórico, es lo que suma riqueza, variedad y complejidad a un lenguaje.
Todas las lenguas recurren a procedimientos diversos para formar ciertas palabras nuevas. Son los llamados recursos neológicos. La neología es término que nos viene del griego neos, nuevo y logos, palabra, discurso o razonamiento. El diccionario académico lo define como “vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua”. La creación del término puede ser directa (kodak fue creado por el inventor americano Eastman, hacia 1889, a imitación del ruido del disparador del aparato) y por creación indirecta, a partir de las palabras ya existentes en la lengua.
En castellano tenemos varios procedimientos a la hora de crear estas nuevas palabras: la composición, la derivación, la parasíntesis, etc… Procedimientos de los que ya hablamos en clase y nos extenderemos en los ejemplos.

Ejemplo 1: EL LENGUAJE TURÍSTICO. El viaje de las palabras.
Uno de los ámbitos lingüísticos más afectados por los anglicismos es el relacionado con el turismo. Hemos estado buceando por internet buscando artículos y páginas web relacionados con el turismo y hemos analizado varios de ellos de una forma global:
El léxico turístico asimila una terminología amplia procedente de diversos campos (geografía, economía, historia del arte, etc.).
Las aportaciones léxicas son múltiples, aunque no tienen todas las mismas características. Las palabras de la historia del arte, por ejemplo, se utilizan en la descripción de monumentos, pero no se pueden considerar tecnicismos del turismo; es diferente el caso de términos de la economía como estacionalidad (es decir, actividad económica limitada a determinada época del año), empleados para definir particulares fenómenos del sector turístico.
Podemos distinguir tres niveles de especialización en el léxico relativo al turismo:
El núcleo léxico más específico comprende términos técnicos relativos a las organizaciones turísticas (agencias de viajes, tour operadores, etc.), a las estructuras (hoteles, restaurantes etc.), a los servicios (reservas, traslados, etc.) y a los aspectos profesionales (operadores, etc.). En este sector se utilizan muchos anglicismos, siglas, fórmulas etc., que permiten una rápida circulación de la información
Otro grupo de términos procede de diferentes sectores (economía, geografía, transporte, etc.), pero adquiere un significado específicamente turístico, entrando a formar parte de su léxico característico. Por ejemplo, aunque no toda la terminología relativa al transporte puede adscribirse al turismo, sí que puede hacerlo un vocablo como chárter (vuelo chárter); se trata de palabras que, aun usadas fuera de contextos de uso específicos, son reconocibles como pertenecientes al ámbito turístico.
Finalmente, hay palabras que pertenecen a la lengua turística solo a un nivel de contextos de uso o realizaciones textuales, fuera de los cuales pierden esta peculiaridad. Nos referimos a los términos de la historia del arte o a los que se utilizan en las descripciones de la naturaleza, muy comunes en los textos del sector, pero que no entran en un ámbito específicamente turístico.
Dentro del léxico turístico español se observan por ejemplo:
-Formación de derivados con sufijos particularmente productivos como por ejemplo  -al (vacacional), -dad (estacionalidad, confortabilidad), -ción (fidelizacion), -ero, aplicados también a palabras extranjeras (hotelero, chartero). Prefijos y sufijos pueden acumularse, sobre todo en el caso de los términos más técnicos, cosa muy frecuente en el ámbito económico: desestacionalización, reencaminamiento (inserción de pasajeros en otros vuelos disponibles en caso de overbooking).
-Redeterminación semántica de unidades pertenecientes al lenguaje común, como en el caso de paquete, empleado también en combinación con adjetivos (paquete turístico, paquete vacacional, paquete combinado); o procedentes de otros lenguajes especializados. Al tráfico, por ejemplo, se aplica a menudo el término congestión, préstamo de la medicina, que se transforma en tecnicismo sobre todo en el caso del transporte aéreo: congestión del tráfico aéreo. A menudo algunos términos son modificados por la adhesión de adjetivos caracterizadores: flujo turístico, grupo hotelero.
-Formación de siglas y acrónimos, referidos a entidades, organizaciones y ferias sectoriales: Turespaña, Expovacaciones, etc… En el sector del transporte se registra la afortunada sigla AVE, ya transformada en nombre común. La clasificación oficial de los hoteles comprende un preciso repertorio de siglas: H (Hotel), HR (Hotel Residencia), M (Motel), P (Parador), CV (Ciudad de Vacaciones) etc. En impresos, billetes, reservas y documentos análogos las siglas sustituyen ampliamente palabras comunes, nombres de ciudades, aeropuertos, etc. (por ejemplo, BCN = Barcelona), según esquemas aceptados a nivel internacional. Además, cualquier guía turística dispone de su propia leyenda de siglas y abreviaciones utilizadas en las descripciones de hoteles e itinerarios.
-Formación de compuestos o unidades léxicas no siempre estables: aparto-hotel, trenhotel, barco-resturante, terraza-mirador, desayuno buffet, cicloturismo, agroturismo, bono de hotel. Son muy frecuentes también las combinaciones "sustantivo + adjetivo" como en el caso de turismo rural, parques temáticos, tiempo compartido.
-Uso de anglicismos y extranjerismos.
Algunos de los anglicismos y extranjerismos más comunes en todos los textos sobre turismo serían:
Bungalow: la palabra, de origen hindi (como se explica con detalle en el DEE), ha entrado en la terminología internacional a través del inglés para indicar un tipo de construcción de un solo piso, destinada a ser alojamiento turístico.
Camping: el sustituto acampada se refiere en particular al campismo libre mientras que en presencia de servicios se prefiere el uso del anglicismo.
Charter: el DRAE presenta la forma acentuada chárter. Además de la acepción más corriente de "vuelo fletado ex profeso, al margen de los vuelos regulares" (DRAE) algunos diccionarios incluyen unas formas secundarias como la extensiva "viaje turístico concertado".
Check-in: palabra que pertenece al ámbito del transporte aéreo. En el DRAE no se encuentra, pero lo traducimos como mostrador de facturación; bastante común también la forma facturación de equipaje, que se encuentra como traducción oficial en los aeropuertos. Se trata de un anglicismo bastante conocido.
Duty free (shop): término que procede del lenguaje comercial. En los aeropuertos es frecuente la fórmula tienda libre de impuestos o  tienda libre de aranceles en combinación con el anglicismo.
Overbooking: este término se ha hecho tan común en el lenguaje cotidiano que  el DRAE lo define como: Venta de plazas, especialmente de hotel y de avión, en número superior al disponible.
Tour - operador: entre los anglicismos que aparecen en esta breve lista, es el que tiene un uso más incierto; con este préstamo conviven diferentes formas adaptadas, desde el calco operador turístico a los híbridos tour operador o turoperador (ambos no incluidos en el DRAE). Su significado sería: “agente o empresa que organiza viajes turísticos, y reserva hoteles y transportes, estableciendo contactos con empresas extranjeras”. 
Traveller´s Cheque: vocablo procedente del sector económico, comúnmente traducido al español como cheque de viaje o cheque de viajero.
No es tarea fácil delinear los límites del léxico específico del turismo, puesto que este lenguaje surge de la combinación de diferentes aportaciones léxicas. Sin embargo, existe un núcleo de términos característicos, relativos sobre todo a las estructuras, a los servicios y a la organización del turismo, que incluye también vocablos procedentes de  sectores diversos, pero que pueden reconocerse como "turísticos".
Los procedimientos para la creación léxica se parecen mucho a los de otros ámbitos especializados; los anglicismos son los más numerosos, ya sea en forma de préstamo o de calco. Se dan también muchos casos de palabras inglesas que conviven con sus correspondientes españoles: las primeras predominan en el ámbito especializado y las segundas en la comunicación turística dirigida al público. El campo de los neologismos, por otra parte, se distingue por una fuerte inestabilidad: muchas formas todavía no se han estabilizado y admiten varias ortografías.

Ejemplo 2: EL LENGUAJE INFORMÁTICO. ¿Son necesarios los anglicismos en informática?
Otro de los ámbitos lingüísticos más afectados por los neologismos es el de la informática. Como en el ejemplo 1, hemos estado investigando y analizando varios artículos, vídeos e incluso foros de internet:



Enlace: http://bit.ly/vRFF4a




Como  dice Martín Alonso en su Gramática del Español Contemporáneo, el idioma español ha sido, a través de las épocas una membrana permeable a través de la cual han pasado los vocablos de distinta densidad de otras lenguas. A lo cual Manuel Seco añade: si desterrásemos de nuestro léxico todo lo que hemos tomado de otras lenguas, tendríamos que hablar por señas.
Lázaro Carreter nos comenta que los avances tecnológicos y científicos se producen en los pocos países que van a la cabeza de la investigación. Y de ellos irradian a las otras naciones, que se ven forzadas a adoptar los tecnicismos con que se nombran las nuevas invenciones. Esta tarea, cumplida normalmente con prisas, se realiza sin criterio fijo, conforme a las siguientes posibilidades:
La adopción pura y simple del tecnicismo extranjero.
La adaptación apresurada del tecnicismo extranjero, con leves e imprescindibles retoques fónicos.
Los intentos serios de adaptación, sustituyendo el extranjerismo por una palabra o un giro del idioma propio.
Estas posibilidades, continúa Lázaro Carreter, de introducir tecnicismos extranjeros —en nuestro caso anglicismos— plantean problemas cuya decisión no es nada sencilla. Porque al poseer estos vocablos un carácter marcadamente internacional, no se sabe bien si conviene traducirlos o adaptarlos a la lengua propia, es decir al castellano, o por el contrario sería preferible respetar su forma original, lo cual facilitaría el entendimiento entre los científicos de diferentes lenguas. Carreter prosigue diciéndonos que hay que tener en cuenta las dos características fundamentales del lenguaje técnico y científico, que son, la monosemia del léxico y su difusión internacional, la solución de no traducir los vocablos o de adaptarlos levemente parece preferible. Pero cada país aspira a hacerse oír en el concierto científico internacional, y pretende que la terminología posea un aspecto propio, aunque haya sido forjada fuera.
En pocas palabras, Fernando Lázaro Carreter, no se pronuncia claramente en cómo hay que «tratar» a los anglicismos, —...parece preferible...—, dice, no traducirlos, pero esto parece más un consejo que una regla gramatical.

Como se puede ver, acompañando a cada innovación, hipótesis científica o invento, viene un problema de nomenclatura, denominación y traducción para la lengua que lo recibe. Y la informática, un invento americano, no va a ser una excepción. Sería absurdo españolizar estos vocablos, ya que sólo se entenderían en España y a lo sumo en los países de habla hispana. Y si, en un intento de facilitar las cosas al usuario de ordenadores que no domina el inglés, se traducen o se intentan traducir los citados vocablos, que se haga de una manera correcta, evitando en todo momento los falsos amigos. Esta denominación es el típico ejemplo de traducción simple —calco lingüístico— de una palabra inglesa false friends que no existía en nuestro idioma, para definir las traducciones erróneas.

Como ejemplo, hemos recogido lo dicho en un foro de discusión sobre informática en Internet. En éste,  se discutió sobre cómo denominar a WWW —World Wide Web— en español. Se acabó admitiendo que se llamara «telaraña mundial», eso sí, respetando las siglas inglesas, WWW, que son conocidas en toda la comunidad informática. Cuando parecía que se había llegado a un consenso, apareció una nueva denominación: «la multimalla mundial», cuyas siglas serían MMM.

Analicemos simplemente las repercusiones que tendría este fenómeno. Imaginemos que los españoles denominemos a la abreviatura inglesa MMM. Supongamos que los italianos hagan otro tanto, nombrándola, por ejemplo, YYY y que los francófonos no se queden atrás y la llamen XXX. Entonces tendríamos multitud de denominaciones para una misma cosa, es decir, multitud de significantes para un mismo significado. Si se consiguiera imponer tanto significante estaríamos ante una nueva Babel que muy probablemente terminaría como aquélla.
En el citado foro se mantuvo otro debate en torno al siguiente mensaje:

«Estoy planteando mi columna en PC Week para Junio. Tengo la idea de hablar de este foro y dar -nuestro- visto bueno a una serie de términos. Hay una cosa muy clara —en inglés, los términos nuevos toman forma, sentido, matices, etc. gracias al uso— aquí si hacemos traducciones y/o adaptaciones cada uno por su lado, nunca se consolidan y toman esta definiciones e interpretaciones aceptadas. Me gustaría hacer lo siguiente: preparar una lista de estos términos en inglés y la traducción "oficial". Hacer mi columna explicando el funcionamiento del foro, y citándolo como "fuente" de las definiciones. Quizás entre nosotros podamos generar esta lista de términos. Aquí mi lista inicial:
legacy systems=sistemas patrimoniales
enterprise systems=informatica empresarial
networked systems=sistemas reticulares
object oriented=mediante objetos
run a program=ejecutar o poner en marcha
tested=probado o comprobado
Un saludo Jons»

Este mensaje recibió bastantes contestaciones en las que se ponía de manifiesto que  “la comunidad informática” casi nunca está del todo de acuerdo con nada... 
Ahora bien, emplear la nomenclatura castellana en libros de informática es necesario y correcto. Lo que no lo es tanto es emplear terminología anglosajona, cuando existe la palabra adecuada en castellano y ahí es donde se cometen los mayores errores, en cualquier caso siempre existe el recurso de las comillas y los paréntesis para introducir el término inglés.
Por qué construir frases como: «establece las páginas de códigos que serán usadas en el switch de páginas de códigos» cuando se puede decir simplemente: —establece códigos que serán usados en el conmutador de códigos—. O esta otra: «haga click con el mouse», que en castellano normal sería: —pulse el botón izquierdo de su ratón—.

Algunos ejemplos más, son bien significativos: «el  fondo de una vista puede ser un color plano o bien un bitmap» — el fondo de una vista puede ser un color plano o bien una imagen—; «es sumamente importate que ahora se haga un Shut Down» —es sumamente importante que ahora se cierre el sistema—; «además los buffers que el sistema asigna» —además de los registros intermedios que el sistema asigna—; «lo manda a un spooler de impresión» —lo manda a la bobina de impresión»; „hace un backup de los ficheros a otro disco" —hace una copia de seguridad de los ficheros en otro disco—; «hace un merge del los EA del fichero de guarda con los del fichero de datos» —fusiona los atributos extendidos (EA) del fichero de guarda con los del fichero de datos—; «tiene que hacer un reset» —tiene que volver a encender el ordenador—.


En el párrafo anterior hemos visto varios ejemplos de anglicismos innecesarios encontrados en manuales y revistas de informática. Veamos ahora otros encontrados en Internet: «hola netsurfer de WWW» — hola visitante de WWW—; «envía un mail con tu dirección WWW completa y tu nick» -envía un mensaje con tu dirección WWW y tu apodo»; «vuelva a la Home Page» —vuelva a la página principal—; «para usar la PC aunque nunca haya usado una PC» —para usar el ordenador aunque nunca haya usado un ordenador—; «en el menú File seleccionar Open Location» —en el menú archivo seleccione ubicación—; «Download un programa o fichero de la WWW» —bajar o descargar un programa o fichero de la WWW—.

Invasión de neologismos en la redacción
Los neologismos, vocablos y nuevos giros penetran en las redacciones españolas básicamente a través de las secciones de internacional, ciencia, cultura, economía y también deportes. Son precisamente las secciones que recurren con más frecuencia a fuentes en lenguas extranjeras y son, por tanto, un vehículo más frecuente para la acuñación de los extranjerismos. Los despachos en su idioma original de las agencias AP, UPI, Reuter y el servicio del New York Times y otros en la lengua de Shakespeare, son un campo abonado para la influencia de los neologismos que provienen del mundo anglosajón.

Archivo de audio. Debate sobre los neologismos y anglicismos.




Los nuevos términos inyectados de la política, de la cultura y de la economía francesa (y con ellas gran parte de lo que se reproduce en el ámbito de la Comunidad Económica Europea) llegan de la agencia francesa AFP y de periódicos escritos en el idioma de Moliére como Le Monde, Le Figaro... Naturalmente las revistas internacionales en inglés y en francés, tanto de información general como especializadas, constituyen otra de las mayores fuentes de influencia.
La prevención del redactor ante la amenaza del neologismo se multiplica, por otra parte, cuando tiene que informar de materias científicas y de procesos y mecanismos tecnológicos, especialmente de los que se derivan de la informática. España, como es bien sabido, no ha sido precisamente pionera de este tipo de investigaciones e innovaciones. Sabemos que el primero que llega es el primero que pone nombres a las cosas, a las herramientas, mecanismos y procesos.

Por estas últimas razones puede decirse que el periodista se enfrenta con más frecuencia a neologismos de idiomas modernos que a los que llegan de los idiomas clásicos. Entre los términos "invasores" clásicos, los más frecuentes son, entre otros, déficit, superavit, placet, ultimatum, curriculum, memorandum, referendum, accesit, desideratum...


Suelen presentarse por lo menos dos dificultades a la hora de encararse con estas voces. La primera indica radica en la morfología que se va a adoptar a la hora de escribirlas, si hay que conservan su forma latina o si, por el contrario, se castellaniza su grafía.

¿Evitar los neologismos?
Una regla de oro de todos los estilistas es evitar los neologismos siempre que sea posible. Pero esta tarea no es sencilla, ni se puede aplicar en todas las ocasiones. Cuando la Academia y otras instituciones no están presentes en el registro del lenguaje son los propios medios de comunicación quienes deben elegir una homologación morfológica y lo hacen de acuerdo con distintos argumentos.

El Libro de estilo de EL PAIS aplica en su léxico el principio general de que debe evitarse el uso del neologismo si existe una palabra castellana para designar su contenido. En caso de que, aun así, se pretenda utilizar el extranjerismo, éste debe castellanizarse. Esto es una norma general.
Podríamos recorrer el diccionario de la "a" a la "z" o el léxico de agencias y periódicos y encontrarnos con una larga relación de vocablos y expresiones tomadas de idiomas extranjeros que se han adoptado en castellano. Es inevitable acudir, por tanto, para salir de dudas, no sólo a los diccionarios y normas emanadas de la Academia, sino también  a los libros de estilo y a los departamentos de edición y responsables de estilo.
En algunas ocasiones ni siquiera tienen resuelto el problema los departamentos de estilo y hay que acudir a la discusión colectiva dentro de las propias redacciones.
A modo de epílogo podemos añadir que los problemas que tiene el periodista español ante el neologismo se agravan debido a que al proceso autonómico, con todas las connotaciones políticas, sociales y culturales que conlleva, ha transformado también en los últimos cinco años los usos lingüísticos. El gallego, el catalán y el euskera son vecindades del castellano que requieren, para ser asumidas por éste de forma congruente, una homologación previa de sus voces y su nomenclatura, una norma estándar que haga posible el entendimiento continuo y homogéneo de todo aquello que provenga, por la vía de la lengua, de las comunidades autónomas, que tienen un idioma diferente. Ardua tarea es ésta, probablemente la más difícil de ejecutar en los departamentos de estilo, puesto que debe ir acompañado también de tablas de escritura de topónimos e incluso de gentilicios y, por supuesto, de nombres propios y apellidos que han cambiado de grafía en los últimos años.

Los departamentos y los responsables de estilo son conscientes de que todo está sujeto a cambios. Por eso han planteado su trabajo como un quehacer progresivo y abierto a todo lo que racionalmente se pueda incorporar.

Material de apoyo a la práctica.










Para los cinéfilos os recomendamos ver una peli de Stanley Kubrick, La naranja mecánica ("Clockwork Orange"). Un claro ejemplo de neologismos en el cine y una obra de arte.





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  • Alvar Ezquerra, M. (1993), La formación de palabras en español, Madrid, Arco Libros.
  • Alvar, M. y Pottier, B. (1983), Morfología histórica del español, Madrid, Gredos.
  • COLLiNS, Diccionario español-inglés. English-spanish. Ed. Grijalbo, 1978.
  • COSERIU, E., El hombre y su lenguaje. Ed. Gredos, Madrid, 1977.
  • FAGES, P.: Diccionario de los medios de comunicación. Fernando Torres-Editor, 1975.
  • ROMERO GUALDA, M. V., Hacia una tipología del neologismo literario. Anales de la Universidad de Murcia, Murcia, 1978.

sábado, 10 de diciembre de 2011

PRÁCTICA 6: Análisis Pragmático.



Corona Extra, es una marca de cerveza originaria de México. La cerveza Corona es ahora una marca mundialmente conocida, distribuida a lo largo de más de 159 países en los cinco continentes. La botella de Corona es en la actualidad fácilmente reconocible por su estampado indicando el nombre de la marca y la leyenda "La Cerveza más Fina". La cerveza Corona es una cerveza rubia y posee una graduación alcohólica de 4.6% con lo que su sabor es suave y ligero. Es habitual que se sirva bien fría y con una rodaja de lima o en su defecto limón.


Emisor
La intención del emisor es la de transmitir la información y convencer al receptor. En este caso, el principal emisor es el Grupo Modelo (comercializador de la cerveza) aunque el anuncio está realizado por una agencia publicitaria.
Hay que destacar que la originalidad que ofrece el emisor está en el formato de presentación, tanto en la ubicación de los anuncios dentro de la revista como del producto dentro del anuncio. Trata así de captar la atención del receptor a través de medios sugestivos, integrando el producto en un lugar paradisiaco, dando un mayor peso al entorno que envuelve a la cerveza.




Receptor
No es lo mismo receptor que destinatario. El receptor es toda aquella persona que, en este caso, compra la revista y ve el anuncio publicitario. Sin embargo el anuncio está centrado a un público concreto, este público es el destinatario.
Hay distintos niveles de interpretación según el destinatario, pues no es lo mismo el significado que pueda tener el anuncio publicitario para una persona joven que para una persona adulta.


Deixis
La deixis son elementos lingüísticos que habitualmente se emplean para referirse a algún asunto extralingüístico. En pragmática, las expresiones deícticas dependen, para su correcta interpretación, del contexto del hablante, sobre todo del contexto físico, de los elementos extralingüísticos.
El emisor combina los siguientes tipos de deixis de forma clara para crear un perfecto vínculo entre receptor-destinatario y el producto:
  • La deixix social: es una expresión deíctica que puede tener una función distintiva en la relación social.
  • La deixis personal es aquella expresión deíctica que se refiere al papel que desempeña un participante. Estas deixis pueden ser de primera, segunda o tercera persona (habitualmente  pronombres o determinantes)
  • La deixis de lugar es una expresión deíctica que sitúa al receptor en un espacio.
  • La deixis de tiempo es un referente temporal en relación con un momento en particular que suele ser el instante en que se articula el mensaje.

Enunciados pragmáticos: constativos y performativos
Para Austin, algunas oraciones declarativas del lenguaje corriente, se emplean para hacer cosas, y no únicamente para decir cosas o describir situaciones.
A los enunciados que realizan estas oraciones los llamó performativos, en contraste con las declaraciones estrictas y otros enunciados similares, que llamó  constatativos.
Los performativos, a diferencia de los constatativos, no son verdaderos o falsos, sino que son o no afortunados. Condiciones de fortuna:
A.       Debe existir un procedimiento convencional que tenga un efecto convencional. Las circunstancias y personas deben ser adecuadas, tal como se especifica en el procedimiento.
B.        El procedimiento debe ejecutarse correctamente
El enunciado constatativo estaría en el nivel de la denotación dentro de una primera lectura de la imagen, el performativo estaría en el nivel de la connotación, en un segundo.
En la imagen de ambos anuncios publicitarios no podemos quedarnos en lo que sería una primera lectura “una cerveza en un lugar determinado”. La significación de la imagen no se agota en la propia acción, sino que se extiende más allá de ésta; beber la cerveza es pasar un “Buen día/Buena noche”, transportarte hacia un lugar paradisiaco cercano (el aquí está cerca en nuestra mente) ahora (en el mismo momento en que tomes contacto con la cerveza).
Tomar la cerveza significa aceptar la propuesta, «cerrar el pacto». Según Gauthier,* “modificando el espíritu de Austin, [...] la imagen es un enunciado constatativo [...] y un enunciado performativo de acción.

* Gauthier, Guy; Veinte lecciones sobre la imagen y el sentido, Madrid, Cátedra, 1986, p. 234





Los Actos de Habla

Fue J. Austin "How to do things with words" quien clasificó los actos del habla en locutivos, ilocutivos y perlocutivos.
Un acto locutivo es un acto consistente en decir algo. A su vez, todo acto de decir algo puede ser descompuesto en un acto fonético (emisión de sonidos) y un acto fáctico (esos sonidos se organizan acorde a un sistema gramatical) y un acto rético (esos sonidos se emiten con un sentido y una referencia, en el sentido de Frege)
Un acto ilocutivo a diferencia de un acto de decir algo, es un acto que se realiza al decir algo. Realizar un acto locutivo presupone realizar un acto ilocutivo.
Un acto perlocutivo es un acto que uno realiza por el hecho de haber realizado un acto elocutivo, pero nada garantiza que todo acto ilocutivo vaya acompañado de un acto perlocutivo.




EXPRESIÓN
VALOR LOCUTIVO
VALOR ILOCUTIVO
VALOR PERLOCUTIVO
Buenos Dias/Buenas Noches
“Buenos Dias/Buenas Noches”
Saludo
a)Intento de ser cortés.
b)Intento de atraer.
c)Convencer
d)Conseguir que el receptor compre la cerveza.

Tú, aquí, ahora
“Tu, aquí,ahora”
Argumentación
Mandato
Quiere que el receptor se ubique en el lugar donde se encuentra la cerveza, en ese momento para así convencerle de lo que esa bebida le va a proporcionar.




Presuposiciones e implicaturas

  • Presuposición: Se entiende por presuposición un tipo de información que si bien no está dicha explícitamente, se desprende necesariamente del enunciado. Se basa en el conocimiento previo que se da por supuesto y compartido por las personas que participan en el acto comunicativo.
  • Implicatura: Se entiende por implicatura una información que el emisor de un mensaje trata de hacer manifiesta a su interlocutor sin expresarla explícitamente. El término fue acuñado por H. P. Grice. En su teoría, se establece una distinción entre lo que se dice y lo que se comunica. Lo que se dice es el contenido literal expresado en el enunciado. Lo que se comunica es toda la información que se transmite con el enunciado más allá de su contenido proposicional. Se trata por tanto de un contenido implícito.






El principio de cooperación
El principio cooperativo fue redactado por el filósofo Paul Grice con el propósito de describir las reglas pragmáticas que rigen la conversación en lenguaje natural, para que se pueda dar el acto comunicativo sin problemas.

Esas máximas son:
  • Máxima de Cantidad: Guarda relación con la cantidad de información que debe darse. Incluye dos submáximas:

  1. Haga que su contribución sea todo lo informativa que el intercambio requiera.
  2. No haga que su contribución sea más informativa de lo que el intercambio requiera.

  • Máxima de Calidad: Se refiere a la verdad de la contribución, que se especifica también en dos submáximas:

  1. No diga lo que crea que es falso.
  2. No diga nada de lo que no tenga pruebas adecuadas.

  • Máxima de Relación (o relevancia): Comprende la máxima que Grice denomina «Vaya usted al grano» («Haga su contribución relevante»).
  • Máxima de Modalidad: La supermáxima es «Sea usted claro» y comprende cuatro submáximas:

  1. Evite la oscuridad.
  2. Evite la ambigüedad.
  3. Sea escueto.
  4. Sea ordenado.
No obstante, en ocasiones estas máximas se suelen romper deliberadamente para transmitir información de forma no literal (mediante la ironía, controversia, etc.) y generar de esta forma implicaturas conversacionales que son mecanismos de interpretación que van más allá de lo manifestado en los enunciados.



El principio de relevancia

El principio de la relevancia, a diferencia de las máximas de Grice que pueden ser seguidas o violadas, es una generalización sobre la cognición humana que no tiene excepciones. Esto no significa que la interpretación intentada sea siempre alcanzada, es decir, el principio de relevancia no garantiza que la comunicación será exitosa; sólo justifica la selección de la interpretación más accesible que un comunicador racional cree que es la más óptima en términos de relevancia.
Aquí entra en juego la relevancia que cada receptor de a los elementos del anuncio .Está claro que existe una variedad de posibles interpretaciones por cada receptor, pero siempre se llega al sentido y la idea general que se quiere transmitir con el anuncio.
Observemos que leyendo el texto y observando “la postal”  lo primero que se nos ocurre está relacionado con el ocio, las vacaciones y el disfrute personal y todo esto con el acto de tomar una Corona.
Se puede conseguir varias definiciones útiles sobre la palabra relevancia. Una de ellas es acerca del grado de pertinencia que un asunto determinado tiene para alguien. El Diccionario de la Real Academia menciona "importancia y significación... peculiaridad, propiedad o nota distintiva"
Pero una de las definiciones que más ayuda a comprender su importancia, está relacionada con la informática:”Es la capacidad que tiene un motor de búsqueda, o su función, para ofrecer data apropiada para las necesidades de un usuario”. Si esta frase la extrapolamos al lenguaje publicitario damos con la definición más acertada.


Principio de Cortesía
La cortesía se manifiesta con distinta intensidad en función del nivel de formalidad de la situación comunicativa. Por tanto, la cortesía lingüística empleada será mayor cuanto más distante sea la relación y superior la jerarquía entre emisor y receptor. Leech clasificó de la siguiente forma los actos lingüísticos de cortesía:

  • Sociables: Son acciones que apoyan la cortesía, que suponen un beneficio para el destinatario y un coste para el emisor y con las que se favorecen las relaciones sociales (agradecer, felicitar, saludar, ofrecer, invitar, prometer...). La publicidad ha sabido sacar un enorme rendimiento a la cortesía lingüística como recurso publicitario.

  • Indiferentes: Las acciones indiferentes a la cortesía son aquéllas en las que ni hay coste ni beneficio (decir, informar, anunciar...). En todas ellas esa neutralidad e indiferencia en relación con la cortesía se modifica cuando su contenido es positivo o negativo.

  • Competitivas: Las acciones competitivas son las que entran en conflicto con la cortesía; las que implican coste para el destinatario: preguntar, pedir, ordenar, exigir...

  • Conflictivas: Acciones que se consideran claramente descorteses: amenazar, acusar, maldecir, insultar... Este tipo de actos está dirigido contra el mantenimiento de la relación entre los interlocutores y, por ello, su empleo en la publicidad no es muy habitual.


La argumentación
En ocasiones la publicidad recurre a argumentos que se apoyan en valores, creencias o premisas que se suponen aceptados por el receptor. Tales premisas compartidas reciben el nombre de tópicos.



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  • G Reyes, EL ABC de la Pragmática.
  • GAUTHIER, GUY; Veinte lecciones sobre la imagen y el sentido, Madrid, Cátedra, 1986, p. 234
  • SPERBER Y WILSON, Relevancia: comunicación y cognición, de 1986,
  • ANSCOMBRE, Jean Claude; Oswald DUCROT (1994). La argumentación en  la lengua. Madrid: Gredos.
  • FERRAZ MARTÍNEZ, Antonio (1995). El lenguaje de la publicidad. Madrid: Arco Libros.
  • RICE, H. P. (1998). Presuposición e implicatura conversacional.
  • Mª TERESA; RICARDO MUÑOZ. Textos clásicos de pragmática.